Águila Imperial Ibérica
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El Águila Imperial Ibérica posee una fuerte
constitución. Su pelaje es uniforme de un color marrón-rojizo con
manchas irregulares de color blanco a la altura de los hombros. El
plumaje de los adultos es marrón muy oscuro con ciertos tonos rojizos en
la parte superior de la espalda. Las plumas de la cabeza y del cuello
son muy claras, habitualmente amarillentas o blanco cremoso, aunque a
distancia se ven completamente blancas, sobre todo en las águilas de
una gran edad.
Su parte delantera es marrón oscura, en ocasiones casi negra. Aunque los detalles más notables de su plumaje es sin duda el borde anterior blanco de sus alas y las manchas blancas de los hombros. La dimensión de estas manchas es variable, dependiendo de la edad del águila. La parte superior de la cola es gris claro, frecuentemente casi blanca o punteada de marrón con una franja ancha negra y las puntas de las plumas timoneras o rectrices blancas.
El Águila Imperial Ibérica vive en zonas de montaña, pero a una altitud no muy elevada ya que la especie requiere de árboles de tamaño grande y de terrenos claros al pie de las pendientes para cazar. En ocasiones también podemos encontrar individuos viviendo en zonas de una altitud baja en prados, con árboles poco frondosos. Ya vemos que su hábitat por encima de todo está condicionado por la abundancia de presas.
Su parte delantera es marrón oscura, en ocasiones casi negra. Aunque los detalles más notables de su plumaje es sin duda el borde anterior blanco de sus alas y las manchas blancas de los hombros. La dimensión de estas manchas es variable, dependiendo de la edad del águila. La parte superior de la cola es gris claro, frecuentemente casi blanca o punteada de marrón con una franja ancha negra y las puntas de las plumas timoneras o rectrices blancas.
El Águila Imperial Ibérica vive en zonas de montaña, pero a una altitud no muy elevada ya que la especie requiere de árboles de tamaño grande y de terrenos claros al pie de las pendientes para cazar. En ocasiones también podemos encontrar individuos viviendo en zonas de una altitud baja en prados, con árboles poco frondosos. Ya vemos que su hábitat por encima de todo está condicionado por la abundancia de presas.
La población del Águila Imperial Ibérica es
sedentaria, efectuando desplazamientos cortos, contrariamente a la
especie del Águila Imperial Oriental que es parcialmente migratoria y
emprende un periplo largo hacia el norte de la África Tropical a
principios de otoño. No existen muchos datos de su habilidad para
capturar presas en pleno vuelo, aunque sí podemos afirmar que posee una
excelente destreza para cazar pájaros de medio y de pequeño tamaño
cuando están en el suelo. Por consiguiente, su terreno preferido de
caza son los espacios libres, privados de arbustos ni de maleza, para
tener una mejor visión. El vuelo de caza se efectúa a altitud media y
cuando el rapaz repara en su presa se lanza en un vuelo picado, aunque
con algunas paradas antes de abatir a su presa.
El Águila Imperial Ibérica tiene un régimen bastante variado. Su menú consta principalmente de mamíferos de tamaño medio como las liebres y los conejos de monte, aunque también se alimenta de pájaros de tamaño medio, como perdices o codornices, y de reptiles (casi exclusivamente lagartos). Igualmente consume carroñas todavía frescas de animales domésticos. Ataques a jóvenes cabritos o a corderos son improbables aunque sí consumen a menudo sus cadáveres si están abandonados sobre el terreno.
El Águila Imperial Ibérica tiene un régimen bastante variado. Su menú consta principalmente de mamíferos de tamaño medio como las liebres y los conejos de monte, aunque también se alimenta de pájaros de tamaño medio, como perdices o codornices, y de reptiles (casi exclusivamente lagartos). Igualmente consume carroñas todavía frescas de animales domésticos. Ataques a jóvenes cabritos o a corderos son improbables aunque sí consumen a menudo sus cadáveres si están abandonados sobre el terreno.
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